Mayor interés de la OTAN por la biometría
01 October, 2013
category: Huellas digitales
El comandante del ejército holandés, Coronel Bernard Wulfse, anunció que la OTAN está invirtiendo tiempo, personal y otros recursos para que la agencia amplíe el uso de la biometría.
Wulfse, quien también trabaja en el proyecto sobre dispositivos explosivos improvisados de la Fuerza de Tarea Conjunta (Counter-IED), habló en la Conferencia de Consorcio Biométrico celebrada recientemente en Tampa, Florida, acerca de los esfuerzos que realiza la OTAN por un mayor uso de la biometría, y señaló que la alianza considera que se trata de un “déficit crítico de capacidad que es preciso enfrentar”.
Un objetivo principal de la agencia en cuanto a la biometría es lograr la participación conjunta de todos los países asociados y no solamente de aquellos que actualmente están apoyando los esfuerzos por la aplicación de la biometría. Diversos métodos utilizados anteriormente que han demostrado su utilidad frente a los dispositivos explosivos improvisados (IED), han mantenido aplicaciones dentro del campo de la biometría, explicó Wulfse, y de ello se pueden sacar lecciones que son aplicables a los métodos más recientes.
“Los conflictos actuales se generan desde dentro de los estados y no entre ellos, lo que hace más difícil identificar al enemigo. Hace falta mayor inversión para poder detectar a los enemigos”, expone Wulfse. “Ese carácter anónimo en el aspecto físico y también cibernético imposibilita la aplicación de las mejores capacidades de las fuerzas tradicionales. Las amenazas asimétricas restan efectividad a nuestras fortalezas”.
Ahí es donde entra a jugar la biometría. La gestión de identidad, esa que puede distinguir entre amigo y enemigo, puede ayudar a amortiguar esas amenazas asimétricas incluso más allá del ámbito militar. Wulfse valora que la biometría podrá demostrar su eficacia en otras aplicaciones, como son el enfrentamiento a los dispositivos explosivos improvisados (C-IED), la contrainteligencia, el contraterrorismo y el control de acceso.
Otro elemento de importancia en estos esfuerzos de la OTAN hacia la mayor aplicación de la biometría, es el renovado apoyo a la tecnología por parte de las jefaturas más altas, cosa que no siempre ha estado presente. Todavía hay que lograr una comprensión más plena acerca del potencial de la biometría para aplicaciones militares.
Actualmente la OTAN no ha alcanzado total simetría en su orientación, procedimientos y estándares; y no se ha alcanzado un equilibrio en la experiencia de los diferentes ejércitos respecto a la biometría. La falta de conocimientos y confianza en la tecnología biométrica, junto al hecho de que a menudo toma años para que los datos biométricos se conviertan en un recurso útil, significa que los soldados que hoy en día recolectan los datos posiblemente nunca vean materializados los frutos de su labor.
No obstante, la visión de la OTAN es implementar capacidades biométricas interoperables en todas sus filas y miembros. Pese a los escépticos, la organización está incrementando a nivel de jefatura el personal dedicado a las aplicaciones biométricas, así como el grado de pericia en ese campo, y al propio tiempo trabaja en la creación del Programa de Trabajo Biométrico de la OTAN.
Dicho programa comprende la doctrina, el marco legal, los principios compartidos, el personal y organización, equipamiento, educación y entrenamiento. Para Wulfse, la preocupación fundamental es el aspecto relativo al personal y la organización. Wulfse considera que pese a los esfuerzos de la OTAN por aumentar los recursos humanos, necesitan más personal en el campo de la biometría. Pero abundan las preocupaciones sobre el presupuesto y no es un buen momento para pedirle a las naciones que provean esas necesidades de personal.
No obstante lo anterior, Wulfse es consciente de que si la OTAN ha de expandir su iniciativa biométrica sobre la base de los desarrollos anteriores alcanzados en ese terreno, sencillamente está obligada a emplear a las personas adecuadas. En aras de lograr una mejor distribución de la información pertinente, la agencia está preparando un manual biométrico que explora las formas de incorporar el tópico a un mayor número de cursos y al entrenamiento.
Cualquiera que sea la solución, Wulfse enfatiza que la comunicación y la cooperación con otras agencias será vital si la OTAN ha de desarrollar una solución válida tanto para el estado de derecho como para las operaciones militares.
Para ampliar información sobre los intereses de la OTAN en la biometría, lea el artículo de Armed Forces Communications and Electronics Association (AFCEA) aquí.