Argumentaciones sobre prohibición biométrica en la Florida
01 October, 2014
category: Huellas digitales, Pagos, Pagos biométricos
La obtención de datos biométricos en las escuelas públicas de la Florida fue prohibida por una ley que entró en vigor este verano. El gobernador de la Florida, Rick Scott, firmó la legislación prohibiendo a las escuelas realizar escaneo de las palmas, iris o huellas digitales de los alumnos.
“No sabemos adónde va a parar esta tecnología”, expresó el senador Tom Lee, presidente del comité judicial del senado. “¿Cuán bien puede sentirse esta legislatura permitiendo que se recoja este tipo de información sensible sin saber cómo se va a emplear esa información en el futuro?”
Para el representante estatal de la Florida Jake Raburn (republicano, de Valrico), uno de los patrocinadores del proyecto de ley, se trata de un problema de privacidad. “Nadie, incluso ni el gobierno federal, debía estar autorizado para acceder a la información que identifica personalmente a nuestros estudiantes”, señaló Raburn. “Esta legislación protegerá esa información sensible y evitará el abuso de ella”.
El distrito escolar del condado de Pinellas, cerca de Tampa, utiliza escáneres de las palmas de las manos para que los alumnos pasen a través de las filas del almuerzo. Barbara Dalesandro, coordinadora de tecnología para el servicio alimentario en el distrito, trató de convencer a los legisladores de que rechazaran el proyecto de ley.
“Cuando teníamos tarjetas y números PIN se producía un fraude constante. Otros estudiantes vaciaban siempre las cuentas. Existía una significativa pérdida de ingresos por ese concepto”, dijo Dalesandro. “Hemos estado utilizando el escaneado de las palmas durante cuatro años y no han existido problemas con los padres”.
Dalesandro planteó que los datos biométricos se depuran cuando los estudiantes se gradúan o se marchan del distrito, y pueden ser destruidos cuando se solicita. Pero sus argumentos parecen haber caído en saco roto.
La senadora estatal Dorothy Hukill (republicana de Port Orange) dijo que había patrocinado el proyecto de ley porque quiere proteger a los menores de que pueda robarse su identidad y no enterarse de ello hasta llegar a la adultez.
“Uno no puede modificar su escaneo de las palmas, ni tampoco modificar su escaneo del iris”, apuntó Hukill. “Estos son rasgos únicos físicos y conductuales que no pueden modificarse. La pregunta es: ¿para qué necesitamos esto?”
Hukill dijo que senadores de 15 a 20 estados están valorando el empleo de la biometría bajo el criterio de que una vez que la información ha sido recogida “no hay marcha atrás”. Ella argumentó que no se conoce lo suficiente sobre biometría como para permitir que las escuelas utilicen esa forma de recolección de datos, incluso aunque los padres lo autoricen.
Los legisladores debatieron sobre si era necesario aplicar una prohibición total..
“¿No sería más apropiado regular esto y dejar que los padres tengan la opción de detener el programa en su conjunto?”, preguntó el senador estatal Darren Soto (demócrata de Kissimmee).
Hukill respondió que la mayoría de la gente no tiene idea de lo que representa el uso de la información biométrica, e incluso los que entienden de eso no deben tener la opción de participar, por ahora. “No considero que tenemos situadas las protecciones. No considero que tenemos toda la información disponible para saber cuáles serían las ramificaciones a largo plazo”, señaló Hukill. “No tenemos idea de cuáles son las consecuencias a largo plazo en la salud. Piensen en un chico que se somete a un escaneo de iris cuatro veces al día, cuando sube y baja del autobús escolar”.
El proyecto de ley contiene muchas cosas relativas a la privacidad del estudiante, basadas en recomendaciones del Comisionado de Educación de la Florida. Requiere el uso de números de identificación del estudiante en lugar de números de seguridad social, y prohíbe la obtención de información sobre un estudiante y su familia relativa a filiación política o religiosa, historial de voto y datos biométricos.
También le concede al condado de Pinellas un año adicional para el empleo de los escáneres de las palmas, hasta que el distrito implemente un sistema alternativo.
La Fundación por el Futuro de la Florida, fundada por el ex-gobernador de la Florida, promueve materiales digitales de aprendizaje y tecnología del siglo XXI en clase. Pero la fundación está satisfecha de que se ponga freno a la biometría.
“Los avances en la tecnología y la conectividad ofrecen nuevas oportunidades para el aprendizaje, pero también crean un mundo muy diferente del que conocíamos hace solo una década”, señaló Patricia Levesque, directora ejecutiva de la fundación. “La tecnología ha cambiado a través de los años y es importante actualizar los criterios en cuanto a la forma de proteger los datos de los estudiantes”.
En la industria biométrica la prohibición ha generado desconcierto.
“Mi frustración es que nadie se enfoca hacia los beneficios de esta tecnología y solo miran el riesgo”, dice Phil Scarfo, vicepresidente de ventas y marketing de Lumidigm. “Si uno se enfoca solo en los riesgos al usar una tecnología, no existirían compañías como Goggle y Facebook”.
Incluso los beneficios de usar biometría en las filas para el almuerzo escolar se descartaron sin mirar a los beneficios, dice Scarfo. “Es una forma sencilla, fácil y segura para que los niños avances en las filas sin añadirle complejidad”, explica. “Los muchachos no pueden recordar frases de acceso o PINs, y si se les da una tarjeta inteligente, la pierden”.
Siempre es un problema lograr que las escuelas dispongan del tiempo suficiente para alimentar a los alumnos y el uso de la biometría ayuda a agilizar el proceso, Mizan Rahma, fundadora y directora general de M2SYS. Las escuelas tienen un tiempo limitado para alimentar 300 alumnos, es de imaginar el caos que se crea si los estudiantes tienen que recordar códigos de acceso y todo se torna más lento”, añade.
¿Repercusiones políticas en otros lugares?
A Janice Kephart le preocupa el precedente que sienta la ley de la Florida. Kephart es la fundadora y directora general de la nueva Asociación de Biometría e Identidad Segura (Secure Identity & Biometrics Association) y ha trabajado en la capital del país en una serie de proyectos de identidad, incluyendo REAL ID.
“Los partidarios de la superprivacidad tienen mucho apoyo en los estados y si esto se convierte en tema de la ACLU, tendrá un ascenso significativo”, explica Kephart.
La Florida ha trazado pautas anteriormente en cuanto a legislación y podría situar el escenario para una legislación similar en distintos lugares del país, señala Kephart. “Hay gente que se organiza y esto es problemático. Tenemos la tarea de educar sobre la realidad de la situación”, añade.
Illinois, Wisconsin y Arizona han aprobado leyes que requieren la notificación y autorización de los padres para el empleo de biometría en las escuelas. Este tipo de legislación no es problema, dice Kephart, porque se debe notificar a los padres cuando se implementa un sistema biométrico, con el fin de evitar posibles problemas desde el principio.
Pero la industria biométrica tiene que trabajar por informar a las personas sobre la forma en que funciona la tecnología y qué beneficios reporta. También hace falta que los legisladores aborden estos problemas con una mentalidad abierta.
Algunos políticos, incluyendo los patrocinadores del proyecto de ley de la Florida, no respondieron a las llamadas de los periodistas o los grupos industriales, señala Kephart. “El camino más fácil es aprovechar los temores de la gente para obtener votos, el camino más difícil es ser un servidor público. Dejar de abordar las cuestiones sobre biometría indica una falta de la debida diligencia, apunta Kephart. “No es que tengan que estar de acuerdo, pero sí tienen que estar de acuerdo en ser informados”.
Déjà vu una vez más: Legislación anti-RFID siguió un patrón similar
En 2005 la industria de identificación recibió un llamado de alerta cuando algunos padres protestaron por el uso de etiquetas RFID en las credenciales de identificación de los estudiantes en la Escuela Elemental Brittan en Sutter, California. Las etiquetas RFID se utilizaban para tomar la asistencia en la escuela cuando los niños pasaban por la puerta de entrada. El plan era situar escáneres en el entorno de la escuela para controlar el movimiento de los estudiantes durante todo el día. Pero no llegó a tanto. El senador estatal de California Joe Simitian, legislador demócrata del área donde se encuentra la escuela, aún tiene pendiente de aprobación un proyecto de ley que restringe, si no prohíbe del todo, el empleo de diferentes tipos de tecnología sin contacto y RFID. La legislación presentada por Simitian provocó la reacción de muchos proveedores de sistemas de identificación. Antes de eso los vendedores no habían prestado mucha atención al hecho de educar a los legisladores acerca de lo que representa su tecnología y en qué forma opera. Actualmente muchos proveedores de sistemas de identificación tienen lobistas que le dan seguimiento a los diferentes proyectos de ley y tratan de contrarrestar la legislación restrictiva. El mercado biométrico ha seguido este ejemplo y emplea sus propios lobistas para que los legisladores estén mejor informados sobre la forma en que funciona la tecnología biométrica.
IBIA argumenta a favor de la biometría en las escuelas
La Asociación Internacional de Biometría e Identidad (IBIA) aboga por el uso de la biometría en las escuelas para varias aplicaciones. La organización plantea que la tecnología no es una amenaza a la privacidad, sino por el contrario facilitadora de la privacidad.
Los datos biométricos ya están bien protegidos. En el difícil e improbable caso de que una persona pueda jaquear una base de datos biométricos, todo lo que el hacker obtiene es la representación digital de la biometría, una serie de unos y ceros que conforman el patrón. La representación digital no proporciona acceso a la imagen biométrica ni a dato biográfico alguno.
Como una mejor práctica para proteger la privacidad estudiantil, IBIA recomienda almacenar solamente los patrones biométricos y borrarlos cuando el estudiante deja la escuela. Como los patrones no pueden ser utilizados para explorar las bases de datos biométricos de las fuerzas policiales, la privacidad de los estudiantes es incluso más fortalecida.
Lo que mayor protección necesita no son los datos biométricos, sino los biográficos, según refiere esa organización. Los nombres, direcciones, fechas de nacimiento, género y números de seguridad social – y no los datos biométricos – han sido objeto de los robos de identidad más difundidos.
IBIA recomienda el uso de biometría para las siguientes aplicaciones en las escuelas:
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Cafeterías escolares: El empleo de la biometría incrementa la velocidad y eficiencia, de modo que los estudiantes dispongan de suficiente tiempo para comer; reduce el abuso y el robo del dinero del almuerzo; protege la privacidad de los estudiantes en los programas gubernamentales de almuerzo gratis o con descuento; y garantiza un registro preciso y auditable para el reembolso de $13,000 millones de los programas alimentarios del gobierno federal.
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Seguridad de las escuelas: El uso de la biometría en las entradas de las escuelas asegura que los que entran a las mismas pertenezcan a ellas; asegura la coincidencia de los padres o tutores autorizados con respecto a los menores, para evitar secuestros; y asegura que los niños aborden a los autobuses correctos y se bajen en las paradas correctas.
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Eficiencia escolar: El empleo de la biometría facilita el registro y cumplimiento con los requisitos federales, ahorrando así tiempo administrativo que puede dedicarse a los estudiantes.