Capítulo 1. Elementos básicos sobre las bandas magnéticas
30 November, 2004
category: Identificación en campus
Están en todas partes. Las tarjetas de banda magnética están tan difundidas que la mayoría de los expertos ni siquiera tratan de calcular el número de tarjetas que se emiten en el mundo, sino se refieren simplemente a los “miles de millones de tarjetas”.
Según AIMGlobal, una asociación de la industria de la tecnología de identidad, las tarjetas de banda magnética fueron utilizadas por primera vez a principios de los años 60 por la Autoridad del Transporte de Londres. Se usaron para la venta electrónica de boletos a los viajeros del Metro de Londres.
La tecnología migró a EE.UU. a finales de los años 60 cuando el Tránsito Rápido de la Zona de la Bahía de San Francisco comenzó a utilizar un boleto de papel con una banda magnética para los viajeros. El uso de la tarjeta plástica de banda magnética con propósitos financieros empezó en los años 70, cuando las tarjetas de crédito acogieron la tecnología.
¿Qué es una banda magnética?
Una banda magnética es un medio de almacenamiento de datos. Permite que se le escriba información y que pueda leerse electrónicamente. Pero la banda magnética no es la única encarnación de la tecnología de almacenamiento magnético. Los mismos principios son utilizados en las cintas magnéticas, incluyendo cassettes de audio y vídeo, así como los discos floppy que se usan para almacenar datos de computación. Pensándolo bien, una cinta de vídeo o de audio es algo así como una banda magnética extremadamente larga, enrollada y guardada dentro de un estuche plástico.
Si alguna vez has jugado con un imán, sabes que algunos metales son ‘magnéticos’ y otros no. Por ejemplo, las presillas para papel casi siempre son magnéticas, mientras que las monedas no lo son. Si tomas partículas minúsculas de un metal ‘magnético’ y las mezclas con una resina que actúa como agente adhesivo, se crea como una pintura magnética. Aplica esta pintura a un sustrato, como por ejemplo un papel, película, o plástico, y habrás creado un soporte magnético – una banda, una tarjeta, una cinta de cassette, etc. – capaz de almacenar información. La mayoría de las bandas magnéticas utilizan ferrita de bario u óxido de hierro (también llamado Óxido Férrico Gamma) como partículas magnéticas.
¿Cómo estos soportes magnéticos almacenan información?
Los soportes magnéticos almacenan datos a través de una técnica llamada codificación magnética. Una manera simple de pensar en este proceso es imaginándose la creación de un juguete magnético. El imán se forma usando una mezcla de partículas metálicas y partículas adhesivas. Sin embargo, no es automáticamente magnética, porque los miles de millones de partículas individuales apuntan en todas direcciones. Cada una ejerce su fuerza mini-magnética pero las direcciones caóticas de estos empujes niegan la fuerza total. Poniendo el nuevo imán entre otros dos imanes extremadamente poderosos, las partículas en el nuevo imán se alinean en una sola dirección. Es esta alineación común la que orienta la fuerza de todas las partículas en la misma dirección, creando la habilidad del imán de atraer objetos.
La llave del éxito en un imán para niños es que las partículas, una vez alineadas, mantienen esa dirección y no regresan al estado de caos anterior.
En una banda magnética, se usa el mismo principio de una manera muy finita y precisa. Las partículas en la banda magnética están alineadas en direcciones específicas para representar datos. El codificador aplica una fuerza magnética a un área específica de partículas, orientándolas en una dirección determinada, parecido a cómo los imanes poderosos orientan la dirección de las partículas en el imán de juguete. Al cambiarse la dirección de las partículas, mientras el codificador se desliza hacia abajo en la banda magnética (de los polos positivos a los negativos, y de los negativos a los positivos), se va representando la información.
Es el cambio entre estados positivos y negativos lo que indica la información. Estos cambios se llaman inversiones de flujo (no confundir con el Condensador de Flujo que el Doctor usa para hacer funcionar su máquina del tiempo en la película “Regreso al Futuro”). El codificador aplica fuerzas magnéticas opuestas a determinadas áreas de la banda para grabar la información en ella, y el lector supervisa la banda y sus inversiones de flujo para acceder a la información.
Un debate sobre coercitividad
La coercitividad es el nivel de fuerza magnética que se requiere para afectar o alterar la información codificada en un soporte magnético. Las tarjetas de banda magnética son clasificadas como de baja coercitividad (LoCo) o de alta coercitividad (HiCo). Como sugieren los nombres, una banda LoCo requiere un menor nivel de fuerza magnética para alterar su información que la banda HiCo.
La fuerza magnética se mide en unidades llamadas ‘oersteds’. Por lo tanto, la coercitividad es una función del nivel de oersteds. Como se define en ISO/IEC 7811, se considera una banda de baja coercitividad cuando tiene un nivel de coercitividad de 300 oersteds. El nivel que se utiliza comúnmente para una banda de alta coercitividad varía de 700 a 4200 oersteds, aunque en estos momentos se usa más un rango entre los 2500 y 4000.
¿Por qué es importante la coercitividad? Es un factor fundamental en el tiempo de vida de una banda magnética y su tolerancia a borrarse accidentalmente. Artículos como imanes para refrigeradores, juguetes para niños, bocinas estéreo, broches de carteras y billeteras, y todo un grupo de artículos de uso diario, contienen imanes. Una banda magnética, cuando se pone cerca de otro imán, puede ser dañada. Sin embargo, mientras estos imanes comunes pueden afectar una banda LoCo, es muy raro que tengan una fuerza magnética lo suficientemente poderosa como para dañar una banda HiCo.