Certificados, identidades de confianza e Internet de los Objetos
15 December, 2014
category: Seguridad en Internet, Seguridad lógica
Parte de la serie sobre el futuro de la identidad
Por Joshua Jabs, vicepresidente de marketing estratégico, Entrust, parte del Grupo Datacard
Gracias a los avances en movilidad e infraestructura de nube, todos nos estamos acostumbrando más a tener acceso a datos de todo tipo, en todo momento y desde cualquier lugar. Para tener una idea de la forma instantánea y segura en que se producirá el acceso a los datos en el futuro, vamos a analizar algunas de las tecnologías que ayudarán a convertirlo en realidad.
Primero consideremos el auge de la tecnología de objetos vestibles. Actualmente estos se emplean mayormente en atención de salud y fitness, pero la premisa fundamental es utilizar datos en tiempo real del usuario y su entorno para fortalecer las interacciones. Apenas comenzamos a darle una ojeada a qué cosa es posible.
Pasamos después a considerar el incremento de los quioscos con pantalla táctil, que elevan la eficiencia de operaciones que hasta ahora tenían que ser manejadas totalmente por los humanos. En los próximos pocos años la espera en la fila de tiendas o restaurantes que pertenecen a cadenas, a causa de la capacidad del personal de servicio, va a ser una experiencia completamente diferente y más placentera.
La tecnología será solo una parte del cambio, ya que el enfoque principal estará dirigido a facilitar la experiencia del usuario. Con el fin de mejorar esa experiencia, se requiere un balance entre confianza y conveniencia.
Las identidades de confianza en el mundo de seguridad digital es algo ligeramente diferente al concepto que comúnmente tiene el público sobre ese término. La identidad permite el conocimiento de quién o qué está en uno de los extremos de una transacción digital. Además de personas, hay identidades asociadas con PC, teléfonos inteligentes, tabletas, aplicaciones, objetos vestibles, quioscos de pantalla táctil, coches, y la lista continúa. La cantidad de identidades se ampliará masivamente para 2019 a medida que adoptamos el Internet de los Objetos.
Esas identidades de confianza pueden y deben ser protegidas para crear transacciones verdaderamente confiables.
Aunque una serie de tecnologías heredadas posiblemente sigan existiendo en ese entorno, los enfoques basados en riesgos y el empleo de certificados jugarán un rol mucho mayor. Esta tendencia será impulsada por la necesidad de una interacción más transparente por parte de los usuarios, la capacidad de los dispositivos inteligentes de almacenar y compartir las credenciales sin dificultades, y por la necesidad de escalar de millones a miles de millones de identidades que residen en los dispositivos.
Finalmente, las identidades confiables ganarán en transparencia, excepto cuando el usuario desea estar en control. Una vez que los certificados estén instalados, no habrá que realizar ningún trabajo adicional, ni de ingresar múltiples contraseñas, códigos de una sola vez o necesidad de maniobrar mediante una pantalla de seguridad Q&A (preguntas y respuestas) para acceder a la red. Más aún, el beneficio es que esta tecnología es más segura que cualquier contraseña o combinación de contraseñas.
Para imaginar estas tecnologías en acción, pensemos en una sucursal bancaria física. En el banco minorista de 2019 observaremos un entorno cada vez más personalizado e interconectado. La sucursal le ofrecerá al usuario más servicios personalizados. Más que un portero al final de una cola, el cajero pasará a ser un consultor que ayuda a los clientes a escoger las opciones.
He aquí cómo ocurrirá. El “banco del futuro” estará equipado con quioscos de pantalla táctil que posibilitarán que los clientes realicen de forma ágil y segura incluso transacciones complejas como depósitos o transferencias. La tecnología de objetos vestibles mencionada anteriormente puede jugar un rol clave en lograr que esas transacciones sean rápidas y sencillas.
Imagínese caminar hacia un banco en el año 2019 usando una pulsera de goma similar a un dispositivo FitBit, en la sucursal bancaria todo se personaliza al instante para usted, desde los mensajes publicitarios hasta el acceso inmediato a la información de la cuenta. Toda esa información estará rápidamente disponible porque la tecnología de seguridad, tales como certificados, sustentará cada transacción, creando interacciones fiables entre los clientes y el banco. Los cajeros ayudarán a los usuarios a analizar las diferentes opciones que son parte del entorno de autoservicio, pero el rol que estos juegan habrá cambiado significativamente con respecto a la función de procesamiento de transacciones que tenemos actualmente.
El mismo escenario es válido en otros ámbitos. En los próximos años la tecnología segura en el centro de trabajo hará posible de forma ágil y sin dificultades el acceso a ubicaciones físicas, el inicio de sesión en nuestras aplicaciones e incluso firmar documentos sensibles. Como ciudadanos, la tecnología segura brindará el mismo nivel de servicio y acceso a servicios gubernamentales, como el departamento de vehículos automotores, o incluso como viajeros en el tránsito por los aeropuertos. Con quioscos, puertas electrónicas y control fronterizo automatizado, la experiencia de viajar lo mismo en el ámbito doméstico que internacionalmente, puede resultar más fácil y segura.
La tecnología de seguridad nos permitirá realizar sin problemas las cosas que requerimos hacer, cuando querramos, gracias a una arquitectura de seguridad. Si se hace correctamente, esta arquitectura le permitirá a las organizaciones confiar en la identidad de todos los individuos y dispositivos que acceden a sus redes, y facilitar decisiones informadas por parte del usuario, que mantengan la interacción lo más transparente y conveniente posible.
Jabs se incorporó a Datacard en 2009 como vicepresidente de vertical de gobierno. Anteriormente, Jabs dirigió operaciones de inversionistas como analista de capitales en los sectores de Seguridad y Tecnología Financiera en Roth Capital Partners y Piper Jaffray, y ocupó posiciones dentro del gobierno de EEUU en áreas relacionadas con nuevas inversiones tecnológicas e investigaciones de seguridad.