El pago sin contacto hace su más grande debut hasta el momento en el Lanzamiento de Londres
07 November, 2007
category: Identificación en campus, Tránsito
Barclaycard garantiza una gran ventaja a través de un acuerdo exclusivo con la tarjeta Oyster de tránsito
Por Andy Williams, Redactor colaborador
En Londres, Master Card y VISA están en medio del más grande lanzamiento de tarjetas sin contacto del mundo hasta la fecha, pero una presentación más pequeña es la que tiene a los londinenses más excitados, ya que involucra a su popular tarjeta Oyster. La tarjeta Oyster, que utilizan para los viajes en tren y autobús, ha sido combinada con una tarjeta de crédito sin contacto y compatible con EMV.
La presentación más grande, apodada el Lanzamiento de Londres, tiene a ambos gigantes de las tarjetas de crédito introduciendo un gran número de tarjetas en Londres que, para finales del 2008, deben inundar al Reino Unido. La parte de tecnología sin contacto de las tarjetas se encargará de los pagos de £10 o menos.
“Europa se ha quedado detrás de Asia y Estados Unidos cuando se trata de pagos sin contacto, pero ya se ha preparado el escenario para esta adopción,” comentó el analista principal Jonathan Collins, ABI Research, durante la publicación de un estudio reciente sobre pagos sin contacto.
Según la asociación de pagos del Reino Unido, APACS, cinco millones de tarjetas sin contacto serán emitidas en todo el país con el objetivo de usarse en 100,000 comercios minoristas a finales del 2008. También se anunció la participación de ocho bancos, incluyendo a Bank of Scotland, Barclaycard, Citi, Euroconex Technologies Ltd. (ahora Elavon Merchant Services), Halifax, HSBC, Lloyds TSB y Royal Bank of Scotland Group (RBS).
Visa, en su lanzamiento, enumera cinco bancos europeos – HSBC Bank, HBOS, Lloyds TSB, RBS y Barclays – que comenzaron emitiendo tarjetas Visa payWave este otoño. Visa payWave es el nombre de la tarjeta sin contacto de la compañía que está ahora considerando su uso en Europa, Estados Unidos, Asia y América Latina.
Al mismo tiempo, Barclaycard anunció su nueva tarjeta multifunción Barclaycard OnePulse, desarrollada en asociación con el operador de transporte público, Sistema de Transportes de Londres, y el operador de la tarjeta Oyster, TranSys. Barclaycard OnePulse ofrece tres funciones diferentes en una misma tarjeta – la tecnología sin contacto de Visa PayWave para compras de £10 o menos, la capacidad para compras más grandes de las tarjetas de crédito/débito estándares de Chip y PIN (EMV), y la función de las tarjetas Oyster en la compra de boletos de tránsito para viajar por la ciudad. Esta es la primera vez que la tecnología Oyster ha sido autorizada a un tercero.
La popularidad de Oyster le da a Barclaycard un gran empuje en Londres
Oyster salió a la calle por primera vez en el 2003 como un sistema integrado de cobro de ingresos y de venta de boletos mediante tarjetas inteligentes sin contacto, puesto en práctica por el consorcio Transys – operado por EDS y Cubic – a nombre del Sistema de Transporte de Londres (TfL). La tarjeta Oyster es válida en todos los autobuses, en el Tubo (The Tube: red de trenes bajo tierra), en el Tramlink (sistema de tranvías), y en algunos servicios del National Rail (Asociación de Compañías Operadoras de Trenes, ATOC).
Ahora con OnePulse, “Tenemos los viajes dentro de un pedazo de plástico, y además crédito”, dice Stewart Holmes, director de Barclaycard OnePulse.
“Hay muy pocas tarjetas (OnePulse) en la calle ahora, pero Barclays está recibiendo miles de aplicaciones”, afirma Shashi Verma, director de tarifas y ventas de boletos para TfL.
Todo el proyecto OnePulse demoró cerca de 2 años desde la conversación inicial hasta el lanzamiento, explica Sue Doyle, gerente de marketing de Transys. La prueba en sí misma duró alrededor de dos meses. “Primero hicimos pruebas técnicas para asegurarnos de que la parte tecnológica funcionaba”, afirma. “No hubo ningún problema con la tecnología … funciona perfectamente y pudimos poner todo en marcha en la fecha programada. Queríamos que la tarjeta estuviera al alcance de todos en Londres. Oyster es una forma muy natural de incluir a todos en este producto en particular”.
Hace dos años, Barclays era uno de los bancos que competían por la oportunidad de incorporar Oyster a una tarjeta de crédito normal. “Fueron escogidos porque brindaban el mejor servicio al cliente”, expresa la Sra. Doyle.
“Obtener ese producto tan competitivo era evidentemente una gran oportunidad”, añade el Sr. Holmes. Sólo por la competencia, Barclays creía que Oyster, unida a una tarjeta de crédito, ayudaría a que fuera la primera tarjeta “que viene a la mente” cuando hace falta usar la parte de crédito de la misma.
“Aún es temprano para obtener resultados, pero esperamos que se emitan cientos de miles. Tenemos seis millones de tarjetas Oyster activas y en uso”, añade el Sr. Verma.
Atrayendo a los comerciantes
El Sr. Holmes reporta que la reacción de los comerciantes a OnePulse, “ha sido muy positiva. Barclays excedió su objetivo. Estamos introduciéndola en 50 lugares diferentes; desde Junio aproximadamente hemos estado en las calles inscribiendo comerciantes”.
Cerca de mil comerciantes se habían inscrito para finales del verano, la mayor parte eran establecimientos pequeños, como restaurantes de comida rápida, pequeños mercados y tiendas de donas Krispy Kreme.
La clave, para Visa y MasterCard, es poder atraer a lo que el Sr. Holmes llama “los primeros campeones del sector … una gran farmacia, una gran tienda de revistas que use los pagos electrónicos en su negocio y que despierte el interés competitivo de los demás minoristas. Lo que predomina hasta ahora son los minoristas de pequeño y mediano tamaño, pero algunas de las cadenas más grandes están ahora probándolo en sus sucursales en Londres”.
El Sr. Verma añade: “El hecho de que tantos clientes en Londres estén acostumbrados a usar la Oyster y entiendan el proceso de pagos sin contacto, hace todo más fácil. Si no existiera Oyster, hubiera sido más complicado”.
Conociendo las tres formas de pago
Desde el punto de vista de Oyster, los dueños de tarjetas OnePulse “disfrutarán los beneficios de la Oyster, que se traduce en viajes más baratos, más fáciles y más cómodos en la red de transporte de Londres, utilizando la Oyster exactamente como lo hacen en este momento – recargando el pago al momento y/o una Travelcard o Pase de Autobús”, dice el Sr. Verma. Hizo énfasis en que la función de Oyster “está totalmente separada de la cuenta de la tarjeta de crédito, pero comparte la misma tarjeta”. Sin embargo, los clientes no tienen que cambiar a OnePulse. Pueden seguir usando la tarjeta Oyster estándar si así lo desean.
“La aplicación Oyster en la tarjeta OnePulse no difiere de lo que está en la tarjeta Oyster. Todas las Oyster pueden conectarse a una cuenta de banco y recargarse automáticamente cuando el balance baja a determinado nivel. La OnePulse también tiene esa ventaja”, explica el Sr. Verma. “La gran ventaja es que Oyster y el crédito están en la misma tarjeta pero ambos funcionan independientemente”.
Además de la aplicación Oyster, OnePulse también incluye la aplicación PayWave sin contacto de Visa para compras de menos de £10 y coincide con los lanzamientos sin contacto de Visa en todo Londres.
Para efectuar compras más grandes, OnePulse contiene un tercer componente, un chip EMV. En este caso se requiere que la tarjeta sea insertada a un lector y que el dueño introduzca un número PIN.
Como EMV ha estado en uso en el Reino Unido desde 2005, los comerciantes ya están equipados con un EMV o, como le llaman los Londinenses, un lector de “chip y pin”. Pero con la introducción de la tecnología sin contacto, los comerciantes también necesitan un lector sin contacto.
Aunque hay un límite de £10 para los pagos sin contacto, una verificación de saldo estándar puede funcionar. De esa forma, una tarjeta puede ser escogida al azar para que el dueño entre el PIN. Hay también un límite máximo de £50 al día en transacciones. “Si te pasas, tienes que ir al chip y pin”, dice el Sr. Verma.
En el sistema Oyster no se necesitó hacer mejoras excepto por unos pocos ajustes. Sin embargo, la Sra. Doyle explica, “muchos arreglos al sistema (fueron necesarios) para hacer que Barclaycard y el tránsito interactuaran entre ellos”.
Se necesitó alguna coordinación entre las líneas de asistencia técnica de Barclay y Oyster. “Teníamos que asegurarnos de que los empleados de nuestras líneas de asistencia fueran capaces de hablar con los clientes de Barclay. Eso no es fácil, puede ser bien complicado encontrar la ruta correcta entre las líneas de asistencia. Lo analizamos muy cuidadosamente”, afirma la Sra. Doyle. Por ejemplo, si alguien tiene un problema con la tarjeta de crédito, puede terminar llamando a TfL, cuando debería estar llamando a Barclays. O, si por alguna razón se le bloqueó la entrada al Tubo, puede que llame a Barclays para pedir ayuda cuando debería llamar a TfL.
¿Qué depara el futuro?
Lo primero ahora para Oyster es extender el uso de la tarjeta para cubrir las principales líneas de trenes que llegan a Londres.
El próximo paso, expresa el Sr. Verma, es hacer “que los pagos por EMV sin contacto funcionen como en Nueva York, donde puedes usar tu tarjeta PayPass (para pagar por las tarifas de transporte). Quisiera que las personas pudieran utilizar la tarjeta EMV sin contacto a la entrada”. La prueba en Nueva York le permite a los viajeros usar una tarjeta de crédito sin contacto – en este caso PayPass de MasterCard – en lugar de tener que comprar un boleto para entrar al metro.
Esto puede significar finalmente, “deshacerse de Oyster”, dice el Sr. Verma.
Sin embargo, la estructura de tarifas de Oyster “es más compleja que la de Nueva York. Nuestra estructura de tarifas depende de la distancia, a diferencia de la PayPass. Estamos analizando el tema, pero es mucho más complicado”, afirma el Sr. Verma.
“Lo más significativo de EMV sin contacto es que necesitamos entender que ése es el futuro. Habiendo llegado a este punto (con Oyster como el mecanismo de pago de tarifas por tarjeta), estamos mirando a lo que podemos hacer en el futuro. Lo que nos aporta Barclays es la comprensión del comportamiento del cliente. Eso será primordial cuando nos movamos al mundo de los pagos por EMV sin contacto (para pagos de tránsito)”, expresa el Sr. Verma.
“Oyster siempre ha tratado de hacer los viajes más fáciles, más baratos y más accesibles”, añade el Sr. Doyle. “También estamos en la búsqueda de diferentes tecnologías que puedan llevar Oyster, como un reloj, o un teléfono celular, una evolución natural que haga más fácil llevar el producto. En estos momentos estamos hablando con los clientes, averiguando qué haría sus vidas más fáciles”.
Desde el punto de vista de Barclays, “el único reto que enfrentamos es saber explicar el nuevo producto y hacer que los clientes entiendan el vínculo natural”, dice el Sr. Holmes. “El reto mayor es influir en el comportamiento del consumidor. Ha habido muchos comienzos falsos … pero nosotros queremos marcar la diferencia”.