EMV puede no ser la bala de plata que elimine el fraude en tarjetas de crédito
17 May, 2013
category: EMV
La Reserva Federal publicó recientemente un artículo sobre la inminente transición de Estados Unidos a las tarjetas EMV, planteando que es posible que el país no tenga suficiente estructura para aprovechar los beneficios que representan las capacidades de EMV para combatir el fraude.
En ese artículo el economista senior Richard Sullivan, del Banco de la Reserva Federal en Kansas City analiza las formas en que el fraude penetra las tarjetas de banda magnética y también examina la transición a EMV de Francia, Holanda y Reino Unido y cómo la misma ha influido en las tasas y modalidades de fraude en las tarjetas de crédito de esos países.
Uno de los problemas con las tarjetas de banda magnética, observa Sullivan, es que son fáciles de sustraer y falsificar. También le resulta fácil a los delincuentes emplearlas para realizar compras fraudulentas en Internet, mediante pedidos por correo postal o por teléfono. Otras vulnerabilidades de las bandas magnéticas es que los protocolos de autenticación son estáticos, lo que hace que la falsificación resulte más factible.
Como las tarjetas de chip están codificadas para proteger los datos, son mucho más difíciles de falsificar. Las tarjetas de chip y las tarjetas sin contacto también emplean autenticación dinámica de datos, lo que desestimula la labor de falsificación. No obstante, se producen variaciones en la modalidad del fraude, ya que los delincuentes buscan entonces otras vías para robar la información de la tarjeta de crédito.
Al analizar las transiciones a EMV en otros países, Sullivan señala que Estados Unidos podría lograr que el fraude se redujera en aproximadamente un 40%, aunque pudieran continuar otras prácticas, como es el caso de Holanda que decidió tener tarjetas tanto con chips como con banda magnética porque seguirá existiendo un acceso fácil a los datos de las cuentas. Mantener la función de firma sobre la tarjeta es menos seguro que utilizar chip + PIN debido a la facilidad con que se falsifican las firmas.
Algunas compañías en Estados Unidos están presionando para que no se adicionen capacidades EMV, planteando que el costo de instalar nuevas terminales en todos sus establecimientos minoristas puede estar por encima de los beneficios que reporta la nueva tecnología. No obstante, Sullivan observa que con la implementación de EMV y la autenticación dinámica de datos, se reducirá algo de fraude. Aunque otros tipos de fraude aumentarán, si los EEUU organiza un sistema de control de fraude que pueda recoger y reportar estadísticas sobre el fraude en los pagos, existirán más posibilidades de responder a las tendencias en el fraude.