El Departamento de Justicia le tomó las huellas digitales a decenas de niños en Plaza Las Américas, Hato Rey, Puerto Rico, como parte de una agresiva campaña de orientación dirigida a la prevención del secuestro de menores y contra la pornografía infantil.

El agente Ismael Cintrón, director de la división de Interpol del Negociado de Investigaciones Especiales (NIE), explicó que las huellas digitales de los menores eran tomadas por agentes del NIE con el consentimiento de la padres, para luego incluirlas en un pequeño expediente de seguridad que la familia conservará para casos de emergencia.

Cintrón dijo que los padres o tutores deben completar el expediente con toda la información personal del niño y una descripción de la dentadura del menor, que deberá proveer un dentista. Además, el expediente provee varias bolsitas plásticas para tomar muestras de saliva y cabello, que pueden conservarlas hasta por 50 años en perfecto estado.

“Con estas muestras podremos identificar el DNA del menor en caso de que sea necesario”, dijo Cintrón.

El agente del NIE, Jaime Soto, indicó que el expediente de seguridad es una herramienta muy útil en caso del secuestro de un menor porque permite ganar tiempo a los agentes investigadores si es necesario identificar la presencia del menor en determinado lugar o de sus pertenencias.

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