Epitafios digitales en cementerios utilizando chips RFID
18 December, 2008
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El área de Ciencia y Tecnología del Ayuntamiento de Zaragoza colabora con el programa Scan Memories, desarrollado por el ingeniero informático zaragozano Miguel Andrés Clavera, que trabaja en un proyecto de instalación de un servicio público de epitafio digital en el cementerio de Torrero.
Este epitafio digital permitiría almacenar en una plataforma web diversos documentos de textos, imagen, video, audio y otros vinculados a la persona fallecida. Después, acercando a la lápida un dispositivo móvil (ordenador portátil, teléfono móvil, PDA u otros) se tendría acceso a estos documentos.
Se trata de un nuevo paradigma en el proceso personal y social de reconstrucción de la memoria de una manera “más participativa, transparente y personal”, señaló Miguel Andrés Clavera en declaraciones a Europa Press, utilizando para ello las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Miguel Andrés es ingeniero del Centro Politécnico Superior de la Universidad de Zaragoza y ha desarrollado el proyecto Scan Memories en la universidad londinense de Goldsmiths, donde realiza el doctorado en Arte y Tecnologías Computacionales y dirige el grupo de investigación Social Technology and Cultural Interfaces.
Scan Memories tiene otros proyectos de implantación en otras ciudades, pero Zaragoza es la única que contempla una instalación de servicio público para todos los ciudadanos.
“Tenemos un proyecto de instalación en un cementerio londinense, en el que se podrá acceder a documentos sobre los personajes históricos enterrados allí”, si bien el concepto en el que se fundamenta el proyecto es en el recuerdo de una persona querida en un espacio determinado, comentó Miguel Andrés Clavera.
Epitafio Digital
Las imágenes, escritos, músicas, voces y otros documentos almacenados en el epitafio digital se incluyen en un primer momento en una plataforma web por la persona, antes de fallecer, o por los familiares de ésta.
El acceso a la información se realizaría después, acercando un lector ‘bluetooth’ –que actualmente incorporan gran parte de dispositivos móviles– a un ‘chip rfid’ –identificación por radiofrecuencia– incorporado en la lápida.
Miguel Andrés Clavera precisó que sólo se podría acceder a la información acercándose al espacio físico de la lápida, proporcionando una experiencia “íntima y emotiva” al llegar allí, mientras que el tratamiento de los documentos se realizaría en un espacio virtual como es la plataforma web con los documentos del fallecido.
Aunque el proyecto de Zaragoza plantea la instalación de los chips en el cementerio, también sería posible instalarlos en cualquier sitio u objeto que el usuario decidiera por su vinculación emocional.
Por otra parte, el legado almacenado en la plataforma web podría estar abierto a todos los ciudadanos, restringido mediante medidas de seguridad o tener parte del contenido abierto y parte restringido, incluso abrir documentos para diferentes usuarios.
También sería posible que los visitantes de este espacio virtual volcaran sus propios documentos para compartirlos o dejar un mensaje en una especie de libro de visitas, produciéndose así una experiencia personal, pero también, y en el grado que se desee, compartida, dijo el ingeniero.
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