Un equipo de investigadores de la Universidad de Montpellier, en Francia, ha desarrollado una manera de integrar una fina etiqueta RFID de aluminio en papel.

Empleando un proceso de evaporación térmica, el equipo logró situar una antena espiral de aluminio sobre papel para utilizarla como etiqueta RFID, la que potencialmente podría abrir el etiquetado RFID a muchas aplicaciones, permitiendo así incluso que solo haya que etiquetar una única hoja o folleto impreso.

Se plantea que los prototipos son funcionales y fácilmente detectados por el lector. El siguiente paso es la optimización del diseño para cada familia de chips RFID – mejorando el funcionamiento aunque manteniendo la misma tecnología de bajo costo.

El aluminio es más barato que el cobre y la plata, que son los que se utilizan comúnmente en algunos tipos de etiquetas RFID. A esto se añade que los investigadores afirmaron que el nuevo método emplea menos metal, reduciendo aún más el costo de producción.