Huellas digitales sin contacto: un nuevo enfoque para una vieja modalidad
13 February, 2015
category: Huellas digitales, Seguridad física
El factor básico de la autenticación biométrica ha sido durante largo tiempo el reconocimiento de huellas digitales, con implementaciones que van desde el acceso físico de alta seguridad hasta el desbloqueo de un teléfono móvil. Pero mientras otras modalidades biométricas han logrado avances públicos en los años recientes, el reconocimiento de huellas digitales tranquilamente se ha dado por sentado como un autenticador seguro.
En realidad, el reconocimiento de huellas digitales ha ido evolucionando de manera constante, y los más recientes progresos han dado origen a una nueva huella digital sin contacto.
El sensor de huellas digitales sin contacto de MorphoTrak, conocido como Finger on the Fly (Dedo al vuelo), está adoptando un nuevo enfoque para el registro y verificación de las huellas digitales.
“El ímpetu para esta rápida tecnología sin contacto procede del gobierno federal”, señala Rob Horton, director de marketing y comunicaciones de MorphoTrak. “Se nos pidió que desarrolláramos una tecnología que fuera multimodal – no solamente huellas digitales sin contacto, sino también iris a distancia y reconocimiento facial – que pudiera implementarse en base a una petición de momento y permitiera que una persona pasara caminando rápidamente y ser chequeada contra múltiples bases de datos”.
Las huellas digitales eran el lógico punto de despegue. “Comenzamos exhibiendo el reconocimiento sin contacto de huellas digitales en ferias comerciales federales, lo que despertó un significativo interés por parte de otros mercados, particularmente en escenarios donde es prioritario lograr un procesamiento muy rápido”, apunta Horton.
Capturando al vuelo las minucias
En el ámbito de las huellas digitales, cada detalle es crítico sin importar cuán ínfimo sea. De hecho, los detalles minúsculos – las minucias – son el centro de una autenticación exitosa.
Minucias es un término que se refiere a los cambios en el flujo de las crestas o las líneas en una huella digital. Hay dos formas primarias de minucias que son identificadas por un sensor de huellas digitales: bifurcación de crestas, en que una cresta se bifurca hacia dos vías diferentes; y final de cresta, donde la cresta termina. El contraste de la imagen es clave, y mientras mejor sea el contraste, mejor posibilidad de que el sensor detecte e identifique las minucias de una huella digital.
Las cámaras y los sensores de movimiento en el escáner “Dedo al vuelo” se accionan cuando una mano se mueve por el área de lectura. El dispositivo toma múltiples fotografías de los dedos a medida de la mano pasa por el escáner. La computación integrada hace el resto, ya que el dispositivo selecciona las mejores imágenes para realizar la autenticación.
Como explica Horton, en los primeros desarrollos el sistema esperaba porque pasara la mano completa por el escáner antes de segmentar e identificar las minucias de cada uno de los cuatro dedos.
“Ahora comenzamos a procesar las minucias del primer dedo tan pronto pasa sobre el escáner”, explica. “Esto permite una respuesta casi instantánea. Hemos pasado de lograr coincidencias en menos de un segundo a lograrlas en solo milisegundos”.
Pero no se trata solo de velocidad cuando se aplica el reconocimiento sin contacto.
“Con ‘Dedo al vuelo” estamos en capacidad de capturar cada huella digital desde múltiples posiciones”, señala Gary Jones, director de acceso biométrico y soluciones de tiempo en MorphoTrak. “Esto nos permite en esencia capturar una imagen tridimensional de la impresión, que refleja el proceso manual de pasar una huella digital sobre un escáner”.
Esto representa más información para una mejor coincidencia. “Al capturar múltiples ángulos de cada huella digital, podemos incrementar el número de posible minucias que podemos después detectar durante un escaneo”, explica Jones”, explains Jones. “Mientras más minucias se tienen, más flexibilidad se le proporciona al usuario cuando regresa para autenticarse”.
“A través de múltiples estudios, NIST ha comprobado que la precisión de la biometría de huellas digitales aumenta con el número de dedos empleados”, explica Horton.
“Más dedos hacen que resulten más difíciles los intentos de suplantación (spoofing)”, añade Jones. “Para poder burlar con éxito el sistema, tendrían que adquirir ocho o diez huellas digitales de una persona”.
El umbral de seguridad que establece el administrador de sistema puede autentificar a un usuario en base a cualquiera de las huellas digitales que registro inicialmente, incluso si una se dañó o perdió. Uno puede registrar todos los dedos y escoger que se acepte un solo dedo para la autenticación o incluso diez.
Facilitando el registro y el uso
No obstante, el sello distintivo de la tecnología sin contacto es un facilidad de uso y sus capacidades de rendimiento. Es un proceso fácil e intuitivo que permite que incluso los usuarios se registren sin ayuda de ningún operador, explica Jones.
El proceso de registro implica que uno agite cuatro dedos de cada mano al pasar por el escáner. Tradicionalmente, los sistemas de huellas digitales requieren que se aplique cada dedo entre dos y tres veces para que quede debidamente registrado. Con “Dedo al vuelo”, el usuario solo necesita pasar la mano por el dispositivo una sola vez para registrar los cuatro dedos.
“El sistema también puede registrar y reconocer los pulgares, si así se desea, solo que en ese caso el usuario tiene que mantener sus dos pulgares juntos y agitarlos al pasar”, explica Jones.
La otra ventaja de múltiples dedos es que en algunos entornos pueden darse casos de dedos faltantes, vendados o dañados. “Si, por ejemplo, uno solamente ha registrado los dedos índice, y resulta que están dañados o vendados, eso representa un serio problema para el rendimiento del sistema”, arguye Horton. “Incluso en situaciones en que no se necesitan los cuatro dedos, los datos accesorios son una adición a la conveniencia, seguridad y precisión”.
Como explica Jones, incluso el movimiento de agitación de los dedos al pasar por el sensor tiene un propósito, ya que elimina la posibilidad de error del usuario en el momento de registrarse y autenticarse.
“Agitar la mano en el área superficial del escáner asegura que cada dedo sea capturado con precisión, por lo menos en uno de los fotogramas”, explica Jones. “Si usted en lugar de ello realizara un movimiento estático, correría el riesgo de que parte de la mano se quedara fuera del área de escaneado y no pudiera leerse”.
Encontrando aplicaciones para huellas digitales sin contacto
Según Jones, hay una gran demanda de biometría sin contacto en las actividades de control de acceso, y de control de asistencia y horario.
“Tenemos clientes que deben hacer cambios de turno de 5,000 o más empleados y tienen que pasar por torniquetes a la fábrica”, explica. “En ese escenario cada segundo cuenta porque si los empleados tienen que estar en la fila esperando durante 20 minutos, es tiempo de producción que se pierde y también tiempo que pierden los empleados”.
Jones dice que las grandes compañías tecnológicas tienen problemas muy parecidos. “Gran cantidad de empleados arriban en autobuses a sus instalaciones en el mismo momento y tienen que pasar al edificio en el mismo horario”, explica.
La tecnología sin contacto puede ser aplicable también en el extremo opuesto del espectro, ya que la seguridad de un pequeño número de empleados no es menos vital que la seguridad para miles. Esos entornos requieren a menudo una mayor seguridad para la cual la búsqueda de coincidencias de múltiples huellas digitales es ideal, dice Jones.
Las instituciones correccionales, en que las filas y colas pueden ser problemáticas, pudieran también beneficiarse de una solución sin contacto con una alta eficacia.
“Los reclusos hacen cola y son autenticados antes de entrar a las cafeterías o las áreas comunes”, dice Horton. “Los tiempos de espera y las colas en esos entornos son susceptibles de provocar incidentes y violencia, de modo que agilizarlos puede ser vital.”
No obstante, debido a que esto tiene sus raíces en instancias federales, Horton piensa que el mejor caso de uso podría ser la seguridad de los aeropuertos. El gobierno estadounidense tiene un mandato de implementar un programa biométrico para salidas de viajeros extranjeros que parten del país. “Para aplicaciones en las salidas, la tecnología facilita grandemente procesos rápidos y precisos de abordaje a las aeronaves”, añade Horton.
Los toques finales
Aunque los sensores sin contacto para huellas digitales aún están por inundar el mercado, la tecnología evidentemente está logrando avances. Ciertamente hay casos de uso en las aplicaciones biométricas para salidas de viajeros, control de asistencia y horario, y control de acceso de alto rendimiento. El tiempo dirá si realmente la tecnología sin contacto está por encima del resto.