La Guardia Costera utiliza una versión móvil de US VISIT
14 May, 2008
category: Control fronterizo, Identificación en campus
El Pasaje Mona es una franja de océano entre la República Dominicana y Puerto Rico. Es un punto popular para que los dominicanos traten de cruzar hacia el cercano territorio de Estados Unidos. En estos momentos, la biometría, los satélites y US VISIT están ayudando a proteger estas aguas.
Las Guardia Costera estadounidense patrulla el pasaje y trata de interceptar a cualquier inmigrante que intente entrar a Puerto Rico. Antes de noviembre de 2006, la Guardia Costera no tenía forma de identificar apropiadamente a las personas que iban en los barcos, y dependían de la información dada por los pasajeros. “La mayoría de los inmigrantes no nos daban la información biográfica correcta”, afirma el Tte. John Fiorentine, capitán del cúter de la Guardia Costera con base en San Juan. “Ellos sabían que estábamos buscando a los que tuvieran antecedentes penales y nos daban información falsa”.
Sin una forma de poder confirmar la identidad de los inmigrantes, éstos están regresados a República Dominicana sin ser acusados de delito alguno y libres de volver a intentar el cruce por el pasaje. Los oficiales de la Guardia Costera se sentían frustrados al reconocer a los mismos inmigrantes tratando varias veces de cruzar, pero no tenían forma de probar que ya lo habían intentado. “Ellos decían que había sido su hermano o su primo el que trató antes”, dice Robert Mocny, director del programa US VISIT en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos.
La Guardia Costera había oído sobre el programa US VISIT, una iniciativa que controla a los que visitan Estados Unidos, y estaba interesada en ver si sería efectiva en el mar. En noviembre del 2006 la agencia comenzó a utilizar un resistente lector biométrico de mano para recolectar la información biométrica de los inmigrantes que interceptaban en el mar. Los oficiales tomaban fotos digitales de los inmigrantes, así como imágenes de las huellas dactilares de los dos dedos índices.
El proceso era un poco improvisado al principio, afirma Mocny. No había un buen método para que el barco se comunicada con el DHS. Inicialmente US VISIT le dio a la Guardia Costera un extracto de su base de datos de huellas digitales, el cual fue enviado en computadoras portátiles. Pero el extracto no era sficiente y era difícil sincronizar la información con la base de datos principal.
Los oficiales comenzaron a considerar la tecnología por satélite para comunicarse, y encontraron que esta solución era la que mejor funcionaba, explica Mocny.
Después que se intercepta un barco, los inmigrantes son llevados al cúter y allí se les toma las huellas digitales, una foto y la información biográfica utilizando el lector de mano, comenta Fiorentine. Entonces se almacena esta información en un dispositivo USB seguro, se carga en una computadora portátil y se transfiere vía satélite al DHS para que sea verificada en la base de datos de US VISIT.
Toma unos dos minutos para que la información biográfica y biométrica de cada individuo viaje del cúter a la base de datos, dice Mocny. Normalmente hay un promedio de 35 inmigrantes por barco, pero este número ha llegado hasta 98, agrega Fiorentine.
En 30 o 40 minutos los oficiales en el barco reciben la respuesta por correo electrónico del Departamento de Seguridad Nacional. Uno de los correos electrónicos es para confirmar que recibieron la información y el segundo es para notificar si las huellas digitales coincidieron o no con la base de datos. Los inmigrantes que son detenidos por primera vez tratando de cruzar el pasaje son registrados en el sistema, explica Fiorentine.
Si se le notifica al cúter que alguna huella coincidió, los oficiales utilizan una herramienta situacional, que es similar a la que usan los oficiales de Protección de Aduanas y Fronteras en los aeropuertos y cruces fronterizos, añade Fiorentine. Esta herramienta presenta en la pantalla la historia de los inmigrantes, interacciones anteriores con los oficiales fronterizos y cualquier pasado delictivo que pueda existir.
Si los inmigrantes han sido capturados anteriormente tratando de cruzar el pasaje o tienen alguna orden judicial pendiente, la Guardia Costera consulta con Seguridad Nacional y la oficina del Ministro de Justicia de Estados Unidos decide si van a presentar cargos o no. El cargo más común es intento de entrada ilegal, que es un delito menor. Existen 125 casos que han sido llevados a juicio o que serán procesados por este sistema.
El sistema biométrico ha identificado además criminales con órdenes judiciales pendientes por robo a mano armada, secuestro y otros delitos, afirma Fiorentine. Entre noviembre del 2006 y diciembre del 2007, el sistema biométrico ayudó a arrestar a 24 delincuentes serios y 57 que habían sido deportados anteriormente. “Algunos de ellos son bastante malos”, asegura. “Nunca hubiéramos sabido que estas personas tenían antecedentes penales si no fuera por el sistema biométrico”.
Desde que pusimos el sistema en funcionamiento, el número de barcos interceptados ha disminuido, añade Fiorentine. Pero esto no sólo se lo acredita al sistema biométrico. “Hay muchos factores que influyen en la inmigración ilegal, como el estatus económico, el clima y el reforzamiento adicional de la Marina Dominicana”, explica.
Mocny dice que el nuevo sistema ha tenido impacto. “Cuando la gente se dé cuenta que, si son detenidos más de dos veces, serán llevados a juicio, el número de personas tratando de cruzar disminuirá considerablemente”, asegura.
Mientras en los aeropuertos US VISIT está haciendo la transición para recolectar diez huellas digitales en vez de dos, la Guardia Costera no tiene planes de hacer este cambio en sus barcos, afirma Fiorentine.
El programa de biometría en el mar se está expandiendo desde el Pasaje Mona hasta el Estrecho de la Florida, anuncia Mocny. Otras agencias de control fronterizo en el DHS están examinando el progreso de la Guardia Costera con el nuevo sistema y analizando si lo pueden adaptar a sus propias necesidades.