NFC está aquí, pero la lucha diaria contra el escepticismo, la carencia general de conocimiento y de incentivos, están frenando la adopción de esa tecnología, según informa Cleveland.com.

Hoy en día nuestros teléfonos son tan esenciales como nuestras llaves y nuestra billetera y para muchas personas un día sin teléfono es como un día sin la luz del sol. La íntima relación entre el usuario y el teléfono inteligente ha sentado las bases para la adopción de NFC, pero procurar los incentivos adecuados puede resultar clave para desbloquear el verdadero potencial de la tecnología.

Un informe de Forrester Research revela que los minoristas ven la NFC como un medio para estimular la lealtad a las marcas y agilizar el proceso de compra. No obstante, la tecnología NFC depende cada vez más de las compañías y los dispositivos que ofrezcan algo más allá que los pagos simples. Forrester Research incluso señala que aunque se han duplicado las ventas de móviles habilitados con NFC, aproximándose a la cifra de 100 millones de unidades, en muchos países tomará entre dos y cinco años para que esa tecnología sea la predominante.

Si los usuarios pudieran emplear NFC no solo como medio de pago, sino también para chequear la disponibilidad del producto, comparar precios y pagar las facturas del servicio móvil directamente desde sus teléfonos, esta tecnología podría ser predominante.
Por el momento la implementación de NFC es algo limitada, pero los pequeños negocios ya se percatan de los beneficios de la tecnología. La NFC le brinda a los pequeños comerciantes la posibilidad de aceptar pagos por tarjeta a un costo menor y mayor conveniencia.

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