MasterCard monetizando la vanidad
11 September, 2015
category: Biometría, Facial, Finanzas, Pagos biométricos
La autenticación por foto selfie es una mala idea
Por: Zack Martin
A todos nos ha ocurrido. Estás en la cola de la caja del supermercado, ya estás a punto de colocar tu mercancía en la banda transportadora, y te percatas entonces que la persona que está pagando delante de ti escribe un cheque.
Hay que acopiar paciencia.
Aunque tropezarse con alguien que escribe un cheque es cada vez menos frecuente, temo que hay algo peor a la vista: el verificador de fotos selfie. Supón que estás en la tienda, la persona delante de ti desliza su tarjeta y después saca su dispositivo móvil, activa una aplicación, se toma una foto selfie que le aprueban antes de finalizar su compra.
Eso va a tomar un rato – y eso es sin incluir el tiempo adicional que tomará con la transacción EMV – y asumiendo que el escenario descrito fluya bien y que la foto sea aceptada. ¿Qué ocurre si no hay iluminación o si la persona tiene dificultades para lograr una buena imagen, o si el dispositivo tiene dificultad en obtener la señal de datos?
Para ser justo, no he probado la aplicación de verificación con selfie de MasterCard, aunque en el pasado he probado tecnología similar. La tecnología siempre funciona, pero existe una curva de aprendizaje para aprender a utilizarla adecuadamente. Uno tiene que aprender cuán alto y cerca debe mantener el dispositivo para lograr la imagen apropiada. Esto no necesariamente es fácil, sobre todo al principio.
Parece que MasterCard está tratando de atraer a los consumidores jóvenes con esta idea, cuando ahora los demás productos de identidad y autenticación lo que tratan es de eliminar la fricción que se añade al proceso de compras. La idea de sacar el teléfono y tomarse una selfie para autorizar una compra no parece ser una buena idea, y posiblemente tomará mucho tiempo más para hacer una transacción.
Hay formas mucho más fáciles de añadir otro factor de autenticación a una transacción, una de ellas es ofertada por MasterCard. Junto con la verificación de selfie, los clientes también podrán utilizar una huella digital si el dispositivo está equipado con un escáner.
Usar el móvil como factor adicional de autenticación para las compras es una buena idea, pero tiene que ser de forma rápida y sencilla. Pudiera ser algo tan simple como hacer que se envíe una notificación cuando se ha realizado una compra. Eso le permitirá a las personas mantener mejor control sobre las compras y notificar inmediatamente si se ha realizado una compra no autorizada.
Si las compañías de tarjetas de crédito quieren un factor de autenticación adicional, sencillamente hacen que se envíe una notificación al móvil, y la persona la desliza para activar la aplicación y toca un botón confirmando la compra. No hay necesidad de añadir una foto selfie a esa combinación.
Las compañías de servicios financieros tienen que comenzar a ofrecer mejores opciones de seguridad para los clientes. ¿Pero podemos decirle no al selfie? Hay otras formas más fáciles para proteger las transacciones.