PowerID lanza una versión mejorada de sus etiquetas para papel, líquidos y metales
17 April, 2009
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Nota de prensa
- El tamaño de las etiquetas se ha reducido hasta un 62% sin menguar sus prestaciones, lo que permitirá utilizarlas para trazar objetos más pequeños
- Los productos de PowerID aportan mayor rango de lectura, mejor rendimiento y fiabilidad en entornos donde la RFID pasiva presenta problemas
Saident, la compañía especializada en soluciones de identificación por radiofrecuencia (RFID), comenzará a ofrecer en España la nueva generación de etiquetas semipasivas desarrolladas por la empresa israelí PowerID. Esta compañía ha desarrollado una versión mejorada y más pequeña de sus etiquetas pasivas asistidas con batería (BAP), unas etiquetas únicas en el mercado que permiten utilizar la RFID, sin sobrecoste, en entornos no amigables, como aquellos en los que se trabaja con papel, líquidos o metales.
PowerID ha reducido el tamaño de sus etiquetas PowerG y PowerM en un 56% y un 62%, respectivamente, para que puedan utilizarse con objetos más pequeños. PowerG está diseñado para trazar paquetes que contienen bienes de gran valor de diversos materiales, mientras PowerM está optimizado para funcionar con objetos metálicos. Ambas tienen una vida de unos 2,5 años y unas dimensiones aproximadas de 80×60 mm. Aportan, respecto a las etiquetas pasivas tradicionales, un gran rango de lectura y alta fiabilidad, en un formato delgado y flexible.
Las etiquetas de PowerID, que Saident distribuye en España, se diferencian del resto por su batería elaborada con tintas conductoras, que hace que la RFID pueda aplicarse, sin sobrecoste, a sectores en los que hasta ahora estaba limitada, como algunas aplicaciones en la industria logística, metalúrgica, química, papelera, alimentaria y farmacéutica. En estas áreas, la RFID pasiva se encontraba limitada, porque los materiales con los que se trabaja reducían la capacidad de lectura de la etiqueta, distorsionando la señal. La RFID activa, que era la alternativa para obtener mejores prestaciones, encarecía en muchas ocasiones el precio total del sistema.
“Las nuevas etiquetas suponen un importante avance de la tecnología, ya que ofrecen prestaciones hasta ahora inexistentes que abren el camino a nuevos mercados. Aumentan las posibilidades de replantear antiguos proyectos rechazados en su momento por su viabilidad técnica o económica, sobre todo en determinados sectores”, explica Dani Rodríguez, director general de Saident.