Productores de azúcar de caña se apoyan en biometría para remuneración de obreros
14 May, 2013
category: Huellas digitales
Cristóbal Colón y los colonizadores españoles introdujeron la caña de azúcar en la República Dominicana a fines del siglo XV. Hoy en día la agricultura es uno de los sectores fundamentales de la economía nacional de ese país y la caña de azúcar es su rubro esencial.
Del procesamiento de la caña de azúcar se obtiene la sacarosa, el producto principal de esa gramínea. El 80% de la producción de azúcar a nivel global procede de la caña.
La Compañía Cristóbal Colón, así denominada por el hombre que introdujo esa cosecha en la República Dominicana, es el segundo mayor productor de caña de azúcar del país. La compañía posee 57,000 acres de tierra y emplea 3,500 obreros emigrantes durante la zafra de diciembre a mayo. Durante la temporada fuera de la cosecha mantiene empleo para 1,000 trabajadores.
Como la zafra es muy activa y hay que pagar en efectivo a los obreros, la Cristóbal Colón tenía dificultades para asegurar el pago y teniendo tantos trabajadores emigrantes, debía aplicar una verificación visual de cada persona en cuanto a su identificación para asegurarse de que fueran las personas correctas las que recibieran sus salarios. En algunos casos, los obreros no tenían tarjeta de identificación y en otros casos se producían fraudes de individuos que se hacían pasar por otros para cobrar una remuneración que en realidad no les pertenecía.
“Es un método muy pobre para identificar a la gente. A veces simplemente confiábamos en que el propio trabajador se estuviera identificando correctamente,” explicó Edgar Espinal, gerente de informática de la empresa Cristobal Colón.
En busca de una solución
Hace unos años Espinal y su equipo comenzaron a investigar mejores métodos para identificar a los trabajadores para realizar los pagos en efectivo en el campo. A través de Internet hicieron contacto con Codebench y les pidieron desarrollar una solución personalizada para autentificar mediante biometría a los obreros antes de entregarles su dinero sin tener que utilizar tarjetas o certificados.
La compañía Cristóbal Colón no necesitaba identificar una persona mediante un proceso de coincidencia de uno contra muchos, sino uno contra uno. Los administradores en el terreno necesitaban saber si la persona que daba su huella digital era en realidad la que decía ser.
“Lo que requerimos es saber quién es la persona que nos da su huella digital”, explicó Espinal. “Demoró unos cuatro meses en desarrollarse la solución”.
Una vez que Codebench desarrolló el software, el personal informático de Cristóbal Colón creó una interfaz con los sistemas de pago y recursos humanos de la compañía.
“Es de gran importancia saber que le estamos pagando a la persona correcta, con independencia de si tiene una tarjeta personal de identificación consigo o no la tiene”, señala Espinal. A los empleados se les inscribe por primera vez en una computadora de escritorio en la sede de la compañía, donde se le toman las huellas digitales y se verifica que no haya duplicados en el sistema. Las huellas se guardan en la base de datos de recursos humanos de la empresa junto con un PIN para cada persona. Los datos son ingresados en los equipos portátiles Intermec, que están equipados con escáneres de huellas digitales Edgeline para ser utilizados en el terreno. Los administradores de las plantaciones utilizan dichos equipos portátiles para tomar las huellas y los números de PIN antes de proceder a pagar a los trabajadores inmigrantes.
Inicialmente Espinal y su equipo estaban preocupados de que el sistema tratara de identificar a los obreros empleando huellas digitales muy desgastadas o callosas producto del laboreo manual.
“Pensábamos que, por el hecho de trabajar arduamente con sus manos, la tasa de identificaciones positivas podría ser muy baja y habría violaciones en el sistema”, observa Espinal. “Hemos confrontado unos pocos casos de personas que han tratado de burlar el sistema de identificación, pero no lo han logrado. Hemos tenido un 100% de validación, sin ninguna no-validación ni falsos positivos. Esto se ha ido por encima de nuestras expectativas”.
El productor azucarero comentó con 10 dispositivos móviles, pero los incrementó rápidamente a 30. Cristóbal Colón está en proceso de añadir ocho equipos móviles más y más tabletas y estaciones de escritorio con el software para actualizarlas con las nuevas aplicaciones que el personal informático continúa desarrollando.
Una de esas nuevas aplicaciones que le han resultado útiles a la empresa es la de vincular la información biométrica a su sistema de pago en la cafetería. “Los empleados validan sus huellas digitales en la cafetería y pasan directamente a nuestro sistema de nóminas”, expresa Espinal.
Aplicaciones futuras
Cristobal Colon se prepara para emplear el software en una aplicación de censo, que extenderá el registro biométrico a los familiares de los empleados y a las personas que residen en la comunidad. La compañía proporciona una serie de servicios a los integrantes de la comunidad, tales como servicios sanitarios, educación y atención médica. La compañía quiere disponer de una vía para asegurarse que están brindando los servicios asignados a las personas correctas y que sus suministros no se duplican.