22 October, 2014
category: Control fronterizo
Nuevas tecnologías crean cercas virtuales
David Silverberg, colaborador, Asociación de la Industria de Seguridad
Durante meses puede que no se escuche una palabra desde las grandes extensiones de candente desierto, los ríos cenagosos y los puertos de entrada, que constituyen las fronteras de los Estados Unidos. Entonces, de repente, hay días de frenética actividad y titulares altisonantes anunciando crisis humanitarias y amenazas al país. Entre ambos extremos, en gran medida se pasan por alto y usualmente no se reconocen los esfuerzos crecientes por fortalecer la seguridad fronteriza.
A menudo esos esfuerzos implican el desarrollo de nuevas tecnologías y su cuidadosa implementación en sitios clave, o el perfeccionamiento de los sistemas de gestión de identidad en puertos de entrada aéreos, marítimos y terrestres. No es algo glamoroso, pero es esencial y está teniendo un impacto.
Entre las principales compañías que juegan un rol en este continuo perfeccionamiento, están los miembros de la Asociación de la Industria de Seguridad, los que han hecho importantes contribuciones.
Protegiendo las fronteras: control de visitantes
Uno de los mayores programas de todos los tiempos de gestión de identidad en las fronteras es US-VISIT (United States Visitor and Immigrant Status Indicator Technology), el programa que controla y verifica a todos los visitantes que ingresan a los Estados Unidos. Es resultado del trauma de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y de las recomendaciones de la comisión cinta azul que estudió las deficiencias de EEUU.
En una reorganización del Congreso en 2013, el programa fue rebautizado como Oficina de Gestión Biométrica de Identidad (OBIM) dentro del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), pero el objetivo no ha variado.
El contratista principal para este proyecto es la firma consultora Accenture, que participó en él desde sus inicios en 2004.
Accenture coordinó las actividades de las diferentes agencias gubernamentales participantes en US-VISIT, que incluían no solo las oficinas dentro de DHS, sino también los departamentos de Estado y Justicia.
El desarrollo de la visión para el trabajo conjunto de estas agencias constituyó un parte importante para desarrollar US-VISIT porque se convirtió en la guía básica para el enorme volumen de actividad que se produjo a continuación, según un recuento de Accenture sobre el programa.
Antes de US-VISIT, la verificación de identidad de los visitantes era una mezcla confusa de sistemas y tecnologías que a menudo no funcionaban bien de conjunto, y no se podía coordinar o acceder a las diferentes plataformas.
Accenture desarrolló un mapa de ruta tecnológico que le permitió a los administradores crear un sistema único. Cambió las interfaces personalizadas y transformó una arquitectura compleja y fragmentada en una arquitectura única orientada a los servicios y basada en una “sola puerta de entrada”, como la denominan los desarrolladores. Esto posibilitó que los participantes accedieran al programa de forma rápida y fácil.
Las medidas tomadas por Accenture también disminuyeron los costos. Suministraron software a un 8% por debajo del monto financiado e introdujeron pruebas automáticas que ahorraron $1 millón en costos. Al utilizar numerosos proveedores de hardware en lugar de solamente uno, la compañía eliminó la dependencia del programa respecto a un solo suministrador y redujo costos en más del 40%.
Estos cambios no solo ahorraron dinero y perfeccionaron el programa, sino que además mejoraron su funcionamiento. Cuando surgieron riesgos, que luego se aplacaron, de ser reemplazado por programas nuevos, US-VISIT estuvo en capacidad de adaptarse. En lugar de los nueve meses que tomó originalmente adicionar otra agencia gubernamental al programa, los cambios y mejoras redujeron ese plazo a solo tres semanas desde el momento en que la agencia pidió participar hasta que entró en operación.
Actualmente OBIM sirve a nueve tipos de participantes diferentes, y a 30,000 usuarios autorizados de 52 agencias federales, oficinas policiales locales, y gobiernos extranjeros. Va evolucionando con los nuevos acontecimientos, amenazas y las nuevas tecnologías como son los dispositivos e índices biométricos mejorados.
El empleo del sistema no se ha debilitado, sino que crece constantemente. Está muy lejos de los tiempos en que US-VISIT podía procesar 75,000 entradas al día. Actualmente OBIM identifica diariamente un promedio de 5,000 visitantes ilegales, detiene un estimado de 50 criminales buscados, detiene más de 75,000 malhechores, realiza 13,000 comparaciones de huellas digitales latentes, vigila más de 6 millones de personas en la lista de vigilancia de terroristas y procesa hasta 400,000 coincidencias de identidad contra una base de datos con más de 150 millones de individuos.
El cambio de US-VISIT a OBIM aprobado por el Congreso, y las mejoras introducidas en el programa, fueron elogiadas por observadores críticos como Janice Kephart, una antigua colega del Centro de Estudios de Inmigración. En un artículo de fecha 13 de abril de 2013 en el sitio web de ese centro, ella aplaudió el cambio.
“En resumen, una pequeña pero significativa victoria para la seguridad fronteriza allanada por los apropiadores del congreso en la reorganización de US-VISIT”, escribió. “La aceptaremos.”
Protegiendo las fronteras: cercas reales y virtuales
Cuando la gente piensa en seguridad fronteriza, generalmente se imaginan una cerca que bordea toda la frontera del suroeste de EEUU. Pero como bien saben las personas involucradas en el tema, las secciones que tienen físicamente una cerca – no hay una cerca que se extienda de forma continua a lo largo de la frontera – es solo parte de la historia. Tan importante, si no más importante, son los sistemas de detección vigilancia y alarma que hacen que la barrera no sea simplemente acero y concreto, sino que alerta a los agentes de la patrulla fronteriza sobre las intrusiones y violaciones.
El DHS ha hecho reiterados intentos por crear una barrera fronteriza de alta tecnología, automatizada y abarcadora. Los nombres de los diferentes programas parecen una lista de héroes caídos: Sistema Integrado de Inteligencia de Vigilancia, Escudo de América y, el más notorio de todos, la Red de Iniciativa para una Frontera Segura (SBInet), que debió ser un “muro virtual”, pero se abandonó luego de cinco años de esfuerzo y desarrollo.
El actual sucesor de SBInet es el programa mucho más modesto Torre Fija Integrada. Como primer contratista el pasado año, se adjudicó a Elbit of America un contrato por $145 millones. Pero Raytheon protestó la adjudicación y la Oficina de Contraloría General (GAO) admitió la protesta, de modo que el programa seguía en un limbo en el momento de la publicación.
Entretanto la industria continúa sus esfuerzos por desarrollar nuevas tecnologías y soluciones para la seguridad de las fronteras y si no logra venderlas en los Estados Unidos, las oferta en otros países.
Por ejemplo, DRS Technologies de Arlington, Virginia, desarrolla e implementa sensores de todo tipo. Para la seguridad fronteriza desarrolló una arquitectura nombrada Distant Sentry con el fin de combinar todas las formas de vigilancia por sensores: trípodes portátiles, torres fijas, torres móviles, tráileres o vehículos.
Creado para ser flexible y escalable, Distant Sentry puede funcionar con cualquier tipo de sensor, incluyendo radares y cámaras, tanto electro-ópticas como infrarrojas. Vincula estas entradas con las comunicaciones inalámbricas y la computación, todo ello alimentado por un sistema energético híbrido. Entonces, puede personalizarse acorde a los requerimientos específicos del cliente.
FLIR, de Wilsonville, Oregón, fabrica cámaras infrarrojas de barrido frontal, ampliamente utilizadas en todo el mundo para la seguridad de las fronteras. Ha desarrollado su propia “cerca térmica” que combina cámaras térmicas, software de videoanalítica, y otros sensores detectores de intrusión. Puede combinar entradas de una diversidad de sensores hacia una sola pantalla, ofreciendo a los usuarios la capacidad de detectar rápidamente las amenazas y responder a ellas.
Axis Communications, de Lund en Sweden, se especializa en soluciones de video-vigilancia y sistemas complejos con aplicaciones de seguridad fronteriza. Sus productos incluyen la tecnología de imagen térmica, que funciona en condiciones de poca iluminación o total oscuridad, y cámaras de alta definición y alta resolución con desplazamiento horizontal, vertical y zoom, que cubren largas distancias.
Análisis
Ya sea en la verificación de identidad o en la detección perimetral, la tecnología que puede asegurar las fronteras está avanzando en laboratorios y talleres en todo el globo, y pasando a la producción. La gran interrogante, particularmente en los Estados Unidos, es si existen los recursos y la voluntad política para implementarlas y afrontar los desafíos técnicos que impiden su operación. Se han dado pasos importantes, pero siempre será necesario hacer más, y las nuevas capacidades tecnológicas crean nuevas posibilidades para una mayor seguridad.
La tecnología nunca es estática, pero tampoco la frontera lo es. Mientras haya nuevas amenazas y nuevas condiciones, la industria trabajará por enfrentar el reto y los gobiernos buscarán nuevas soluciones.
David Silverberg fue editor fundador de la revista Homeland Security Today y recientemente fue jefe de redacción de Border News Network.