Los investigadores del Tag Security Research Group (TSRG, por su siglas en inglés) que trabajan en el proyecto BRIDGE – financiado por la Unión Europea y que tiene como objetivo descubrir cuáles medidas de seguridad pueden mejorar el uso de la tecnología RFID en los puntos de venta, han confirmado que existe la posibilidad de una solución contra falsificaciones que tiene conformidad con los estándares EPCglobal.

La misma permitiría borrar la información en las etiquetas RFID, lo cual disipa las preocupaciones por brechas en la seguridad de los datos privados del consumidor.

Lo que hace que la tecnología sea aún más factible para el mercado es que las etiquetas pueden reactivarse si se recupera el producto. David Lyon, gerente comercial de EPCglobal, espera que esta nueva solución sea una gran alivio para los consumidores, ya que los procesos de compras y devoluciones deben hacerse más eficientes, se garantiza la autenticidad de los productos que compran y aumenta la protección de la información personal.

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